Daños frecuentes en la suspensión y sus causas.

Los baches y el mal estado de la carretera son causantes de un continuo desgaste en los amortiguadores, cuyas posibles averías afectan a la seguridad y confort de la conducción.

Los amortiguadores, como parte fundamental del sistema de suspensión, están sometidos a un continuo desgaste debido al estado de las carreteras, los baches, agentes externos como suciedad, sal o incluso condiciones ambientales como la humedad del ambiente. Hay muchos daños frecuentes que afectan a la suspensión, por lo que en el blog de Reynasa hemos recopilado los más importantes, sus causas y cómo afrontarlos, con el objetivo de ayudar a los profesionales de la reparación en este tipo de operaciones. Son los siguientes:

  1. Amortiguador manchado de aceite. La falta de estanqueidad en la junta del vástago provoca esta avería que se soluciona con una ligera capa de aceite con la que volver a lubricar el vástago de pistón.
  2. Vástago de pistón dañado. Por problemas en el montaje, guardapolvo defectuoso o falta del mismo se produce este problema que se manifiesta en corrosión del componente y que provoca falta de estanqueidad o pérdida de aceite.
  3. Vástago de pistón rayado. El síntoma de este problema es la formación de profundas huellas de rodadura en el componente a causa de un mal montaje o material incorrecto, en una avería que provoca un desgaste importante del amortiguador o ruidos al comprimirse y extenderse la suspensión.
  4. Rosca desgarrada. Por la falta de fijación del amortiguador se produce este problema que puede provocar ruidos en la suspensión, tableteo fuerte, reducción de la eficacia del sistema o incluso el fallo total. Para evitarlo, el mecánico debe evitar la atornilladora de percusión y observar el par de apriete.
  5. Válvula de flujo floja o desgarrada. Si el rendimiento del amortiguador se ve notablemente reducido e incluso provoca el fallo total, puede ser por esta avería causada por problemas en el montaje y que la tuerca de la válvula se haya aflojado o por topes defectuosos.
  6. Casquillos de goma fisurados o deformados. El síntoma de este problema es un ruido como de golpeteo o chirrido, aunque simplemente puede deberse al desgaste normal y a la fatiga del material. Eso sí, es un peligro para la conducción y afecta al sistema de frenado.
  7. Holgura y ruidos al comprimirse y extenderse la suspensión. Si los elementos de suspensión y amortiguación están desgastados pueden provocar este problema que se materializa, por ejemplo, en comportamientos de dirección inestables, ruidos o desgaste anormal de los neumáticos.
  8. Topes o guardapolvos desgastados. Muelles defectuosos, desgaste de determinadas piezas de plástico o incorrecta combinación de muelle y amortiguador son las causas de este problema que provoca salida de aceite o fallo total debido a la destrucción de las válvulas interiores.
  9. Apoyos de amortiguador desgastados. Una dirección dura o conducción inestable son las consecuencias de este problema a causa de que el amortiguador queda asentado debido al largo kilometraje.
  10. Rotura de muelle. Si el vehículo se inclina hacia un lado y hace ruidos en la suspensión, puede haber daños graves en este componente de la suspensión. Las causas son diversas: desde golpes de piedras, daños previos de la pintura protectora o incluso debido a un fuerte impacto con un bordillo.
  11. Desgaste del perfil de los neumáticos por fricción. Este problema puede tener su origen en amortiguadores defectuosos o desgastados o una geometría incorrecta, motivo por el cual se aconseja revisar el chasis cada 20.000 kilómetros.

FUENTE https://www.reynasa.es/danos-en-la-suspension/

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